Realismo Contemporáneo
Mi camino en el arte comenzó con una meta clara: lograr un realismo casi tangible, incluso alcanzar el hiperrealismo, convencida de que eso me convertiría en una gran pintora. Desde mis primeros dibujos infantiles ya se notaba esa tendencia a perfeccionar el realismo, guiado por mi profunda admiración por la naturaleza en todas sus formas, animal y vegetal. Quería capturarla tal como es, con distintos grados de detalle según lo pedía cada obra. Pero, con los años, descubrí que este enfoque también me limitaba: había mucho más que quería expresar creativamente.
El realismo me permite plasmar la luz, el color y las formas tal cual las veo, pero a menudo no logra transmitir la emoción que siento al observarlas. Esto me llevó al postimpresionismo, un estilo que me da la libertad de explorar y expresar mi propia interpretación de la belleza, sin ataduras a los cánones del realismo.
Aun así, el realismo sigue siendo fundamental para mí. Es una base sólida para cualquier pintor, y algunas realidades son tan hermosas que merecen ser representadas con fidelidad.
Mi casa
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Morfeo entre los puerros
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Vaso con margaritas
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Leopardo
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Fidelidad
Plaza de La Corredera, Córdoba
Pintado por encargo
La incógnita de la vida
Frío invierno
Encargo vendido